
Trabajos fin de grado: un punto diferencial
Los TFG representan la última asignatura de la carrera y una oportunidad para que los alumnos se inicien en el mundo de la investigación.

¿Qué son los trabajos fin de grado (TFG)?
Los tres profesores coordinadores de los TFG de Bioquímica, Biología y Química explican la importancia y el papel de esta asignatura estratégica.
En opinión de Javier Sáez Castresana, coordinador del Trabajo Fin de Grado de Bioquímica orientación Biomédica, esta asignatura “aporta a los alumnos la posibilidad de comprender cómo se realiza el proceso de investigación, bien sea éste de tipo bibliográfico, docente, experimental o de gestión empresarial”.
Además, representa un elemento diferencial de la docencia en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra, respecto de otras facultades de ciencias, porque “otorga 15 ECTS. Es decir: una cuarta parte del último curso del grado de Bioquímica recae sobre este trabajo. De esa manera, somos coherentes con la importancia y el peso que damos a esta asignatura, trasversal y global de todo el grado en Bioquímica orientación biomédica”, detalla el profesor coordinador.
David Galicia, profesor del departamento de Biología Ambiental y coordinador de los Trabajos Fin de Grado de Biología, considera que estos “constituyen una asignatura que brinda al alumno la oportunidad de integrar los conocimientos que ha adquirido durante el grado, poniendo en práctica un proyecto personal”.
Representa, en su opinión, “el trabajo de mayor envergadura a que el alumno se enfrenta en su carrera universitaria”. De hecho, advierte que para superarlo deberá recurrir a todo lo aprendido en los años anteriores, asesorado por su tutor y en estrecha colaboración con investigadores de distintos departamentos. Es, por lo tanto, una asignatura muy formativa, “en la que el alumno debe poner en práctica sus habilidades, tanto profesionales -capacidad de trabajo, conocimientos, técnicas, razonamiento, etc.-, como sociales -interacción con otros, trabajo en equipo, puntualidad, limpieza, capacidad de comunicación, etc.-”, subraya.
Ninguna otra asignatura de la carrera "pone en juego simultáneamente tantas facetas del alumno, así que constituye un gran final para medir el crecimiento que ha experimentado en sus años de formación en la Facultad", termina el profesor.
Por su parte, José Ignacio Álvarez, coordinador del TFG de Química, lo define como una asignatura “clave”, que permite a los alumnos “poner en práctica los conocimientos teóricos y prácticos que han aprendido a lo largo del Grado en Química”. “Es”, para el profesor, “la materia donde los alumnos tienen la oportunidad de desarrollar y plasmar de forma concreta todas las competencias transversales que han adquirido: autonomía, capacidad de trabajo y organización, redacción, capacidad de síntesis, capacidades de comunicación oral, etcétera”.
Además, la importancia de la materia se traduce en un alto número de créditos ECTS y en el reto que supone para el alumno “la presentación de una memoria escrita y su defensa ante un tribunal. De hecho, en el TFG el alumno decide, en gran medida, qué hacer y cómo hacer su proyecto. Y aunque está guiado por un tutor académico, es en definitiva el último responsable de su trabajo”, subraya el coordinador.
En el contexto del grado de Química, un TFG tan completo es un punto diferencial respecto a otros grados en España. “Todos los proyectos de nuestro grado son experimentales por exigencia de la acreditación europea como Eurobachelor Label in Chemistry (ELC)”, detalla el profesor. Como consecuencia, los estudiantes deben diseñar experimentos, ejecutarlos en la práctica, obtener resultados fiables y expresarlos adecuadamente. También interpretarlos, integrar la información que de ellos deriva y, finalmente, exponerlos por escrito y defenderlos oralmente”. Para lograrlo, los tutores académicos les ofrecen una diversidad de temas, siguen de cerca a los alumnos “y esto es lo que garantiza el desarrollo adecuado de la asignatura, con arreglo a las exigencias de nuestro ELC”. En este sentido, el profesor Álvarez confirma que los resultados de este curso “han sido muy satisfactorios. La impresión de los diversos tribunales de evaluación es que los alumnos han alcanzado, en general, un alto nivel en sus trabajos”, concluye.

Marta Iturralde, TFG Bioquímica
El rol de una investigación real
Bajo el título “Estudio de los efectos del péptido similar al glucagón tipo I sobre la enzima lisil oxidasa en fibroblastos cardiacos”, Marta Iturralde (Bioquímica 2016) desarrolló su TFG en el Laboratorio de Insuficiencia Cardiaca del Programa de Enfermedades Cardiovasculares del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra, asesorada por la investigadora Susana Ravassa. Al igual que Josu, Marta ha obtenido la máxima calificación en su presentación.
Contenido del trabajo:
“Estudiamos el GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo I), una hormona que es secretada por nuestras células del intestino delgado, cuando estas detectan la presencia de nutrientes. Cada vez hay más estudios que apoyan el papel cardioprotector del GLP-1. Concretamente, en la fibrosis miocárdica, un fenómeno que ocurre en el contexto de muchas enfermedades cardiovasculares. Nuestro objetivo ha sido, por tanto, estudiar los efectos que GLP-1 ejerce sobre la enzima lisil oxidasa, la cual favorece la fibrosis miocárdica al aumentar el entrecruzamiento de las fibras de colágeno e impedir su correcta degradación”.
Según explica la nueva bioquímica, su trabajo ha servido para mostrar “que una de las formas en las que se presenta en nuestro organismo el péptido GLP-1 -la forma GLP-1[9-36]- puede tener efectos que favorecen el desarrollo de la fibrosis, en contra de lo que nos habíamos planteado”. Este avance podría aplicarse al estudio de algunas terapias que se basan en estos péptidos y que hoy se aplican para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2, “pero que en un futuro podrían emplearse en términos de cardioprotección”, añade Marta.
Proceso de aprendizaje:
Para ella, la parte más complicada del TFG tiene que ver con los resultados: “Muchas veces no obtienes buenos resultados o no son los que esperas, por lo que hay que intentar buscar dónde está el problema, cómo mejorar el experimento…”. Y luego están los nervios previos a la defensa del TFG, “que se hace frente a un tribunal de profesores y expertos, aunque en mi caso, en cuanto empecé la exposición, se pasaron”.
En conjunto, Marta valora la experiencia “muy positivamente, ya que adquieres no solo conocimientos teóricos, sino que acabas integrándote en el trabajo diario que se realiza en un laboratorio de investigación, que es para lo que nos hemos estado preparando durante estos años”.

Josu Luquín, TFG de Biología
Un estudio sobre tempranillo y cambio climático “de 10"
El trabajo de Josu, titulado “Respuestas fisiológicas al riego deficitario en diferentes clones de vid (Vitis vinifera L.) variedad tempranillo en condiciones de cambio climático” se englobaba dentro de un proyecto europeo en el que trabaja el departamento de Biología Ambiental.
Con su defensa, este graduado en Biología ha obtenido la máxima calificación, y el final de su carrera, por el momento, ya que el próximo curso planea realizar un máster para continuar con su especialización.
Contenido del trabajo:
“La vid (Vitis vinifera L.) es una planta con un gran interés económico porque sus frutos se utilizan para la elaboración del vino. Este cultivo agrícola es vulnerable al cambio climático debido a la sensibilidad del metabolismo de la uva a las condiciones ambientales”.
Proceso de aprendizaje:
“Como objetivo general, este trabajo pretendía analizar las respuestas fisiológicas de tres clones de Tempranillo que hubieran crecido bajo dos regímenes de temperatura y con diferentes sistemas de riego, todo ello en condiciones controladas. Con esta base se han analizado las características y la calidad de la uva obtenida tras los diferentes tratamientos, lo que permite valorar el impacto de las condiciones ambientales sobre las propiedades organolépticas del fruto”, explica Josu.
“Los resultados de este estudio”, añade, “muestran que el aumento en la temperatura media requerirá previsiblemente la adaptación del sistema de riego deficitario del viñedo a las nuevas condiciones ambientales para mantener la producción y la calidad fenólica de la uva. Este tipo de estudios podrían ayudar al sector vitivinícola a seleccionar los clones más idóneos ante los futuros cambios de las condiciones ambientales”, subraya el recién estrenado biólogo.

Aritz Lasarte, TFG Bioquímica
Desde un laboratorio del CIMA
Aritz Lasarte (Bioquímica 2016) también experimentó en su Trabajo de Fin de Grado en el CIMA. En su caso, en el laboratorio 3.02 de Inmunología. “Mi tutor fue Juan José Lasarte y el proyecto se llamó “Estimulación del sistema nervioso central a través del sistema olfativo como método de potenciación de la respuesta inmune”. Con su proyecto obtuvo la más alta calificación por parte del jurado de Bioquímica.
Contenido del trabajo:
“El sistema nervioso central (SNC) y el sistema inmune están conectados mediante vías de señalización bidireccionales”, explica Aritz. “Además, el olfato también está muy unido al sistema inmune. De hecho, existen evidencias de la asociación entre disfunciones del sistema olfativo y enfermedades con componente autoinmune, como la depresión o el alzhéimer, y aunque existan varios estudios en este ámbito, todavía no se conocen bien estas conexiones, por lo que nos pareció interesante avanzar en su entendimiento”.
Por ello, añade el bioquímico, “el objetivo de este trabajo ha sido explorar la interconexión entre el sistema nervioso central y el sistema inmune buscando aromas capaces de activar o inhibir el sistema inmune con fines terapéuticos”. Para ello, Aritz y el equipo del doctor Lasarte han llevado a cabo varios experimentos que evalúan la capacidad inmunomoduladora de los aromas en un modelo de vacunación, en un modelo de infección viral, así como medir la capacidad cognitiva en modelos animales.
Proceso de aprendizaje:
A Aritz le gustaría remarcar “el papel del equipo del laboratorio. Juan José Lasarte, Noelia Casares, Marta Gorraiz y Teresa Lozano han sido imprescindibles para lograr el resultado final del trabajo”.
En cuanto a la presentación, “lo más difícil fue condensar el trabajo en diez minutos de tiempo, pero creo que me salió bien y lo expliqué de una forma natural”.

Amaia Úriz, TFG Química
Fabricando compuestos anticancerígenos
Amaia Úriz (Química 2016) defendió su trabajo final en Química basado en la “Síntesis de nuevos derivados de selanadiazol anticancerígenos y en la encapsulación en sistemas micelares poliméricos”, cuya valoración por parte del jurado también fue la más alta.
Contenido del trabajo:
En el proyecto Amaia ha sintetizado nuevos compuestos de selenio en el departamento de Química Orgánica. “Estas moléculas”, detalla, “las caracterizamos con técnicas como el infrarrojo, la resonancia o el análisis elemental, con el objetivo de estudiar su actividad antioxidante y anticancerígena empleando células de cáncer de mama para comprobar cuáles de ellos tienen mayor eficacia”.
Según explica la nueva graduada en Química, a partir de estos trabajos el departamento ha realizado estudios para su encapsulación en unos sistemas poliméricos micelares llamados poloxaminas o Tetronics. “Actualmente, en la industria farmacéutica hay grandes problemas para la dispersión de los nuevos medicamentos, por lo que sistemas innovadores como estos se están estudiando mucho para aumentar la solubilidad de los compuestos en el organismo”. “Los Tetronics”, añade, “se caracterizaron mediante la ayuda de un acelerador de partículas y, posteriormente, se hicieron los estudios para la encapsulación de los compuestos en el interior de estas micelas nanométricas, donde se observó un gran aumento en la solubilidad”.
Proceso de aprendizaje:
Sobre los aspectos más complejos de la elaboración del TFG, Amaia resalta el uso de técnicas muy innovadoras, “tanto así que no era sencillo encontrar bibliografía al respecto. Eso me obligó a un trabajo previo de caracterización y análisis de los resultados con el que estoy muy contenta, ya que los resultados parece que pueden dar lugar a una línea de investigación que continúe por el camino que hemos abierto”, termina orgullosa.

David Ruiz Izuriaga, TFG Química
Un trabajo con un plus "internacional"
La temática elegida por David para su TFG fueron los aditivos fotocatalíticos de titania, que le valieron, como al resto, la mejor calificación del jurado del grado de Química. En su caso, además, la experimentación la llevó a cabo en parte en su estancia de verano en la Universidad de Aberdeen, en Reino Unido, lo que le ha permitido dar al trabajo el “plus” de una presentación en inglés.
Contenido del trabajo:
Según explica el graduado de Química, para conocer cómo afecta la interacción de estos compuestos a la acción fotocatalítica de la titania tuvo que estudiar la interacción de la titania con un componente importante del cemento portland: la silica. Este trabajo, que ya comenzó durante una estancia de verano en la Universidad de Aberdeen (Reino Unido), lo ha continuado en la Universidad mediante el abatimiento de gases de óxidos de Nitrógeno, “los cuales suponen un gran peligro contaminante para la sociedad”, advierte.
Proceso de aprendizaje:
Respecto a la experiencia, reconoce que el resultado es “completamente positivo”. “Sí que es cierto que hay momentos en los que piensas que estás perdiendo el tiempo y que no se saca nada productivo pero, en general, la satisfacción de cuando las cosas salen bien es inigualable”.
David también se queda con el plus de aprender a trabajar en un grupo de investigación, en su caso también un grupo extranjero, “lo que cuesta mucho al principio, hasta que te acostumbras”. También considera que la exposición del trabajo es muy exigente: “Más aún si se hace en otro idioma”. Y el rigor que se exigen en estas pruebas: “El nivel de exigencia es muy alto, también en el día a día, en la redacción de la memoria, en la preparación de la presentación… “Pero creo que todo ello me va a resultar muy útil a partir de ahora”, señala David.

Silvia Milagros, TFG en Biología
Confianza, paciencia y trabajo
El trabajo de investigación de Silvia Milagros (Biología 2016) se ha enmarcado dentro de un proyecto dirigido a identificar nuevas dianas terapéuticas para tumores epiteliales inducidos por el oncogén más frecuentemente mutado en cáncer: KRAS. En concreto, en dos tipos de tumores donde las mutaciones de KRAS son muy prevalentes y presentan una alta mortalidad asociada: el cáncer de pulmón y el colangiocarcinoma del tracto biliar.
Contenido del trabajo:
Durante el Research Training Program (RTP), denominación del trabajo fin de grado en el ámbito anglosajón, Silvia llevó a cabo la caracterización molecular, funcional y clínica “de un gen que codifica para una proteína de matriz extracelular secretada por las células tumorales entre cuyas funciones está estimular la proliferación y migración celulares”. El objeto del trabajo fue estudiar si existe una expresión diferencial de este gen en tumores con mutaciones en KRAS con respecto a tumores con alelos salvajes de este oncogén, y determinar si su inhibición tenía un efecto antitumoral, ya que hasta la fecha se desconocía su papel en la oncogénesis mediada por KRAS.
“Los resultados”, explica la graduada en Biología, “sugieren que existe una mayor expresión de esta proteína extracelular en tumores con KRAS mutado y que la inhibición de este gen da lugar a una disminución de la proliferación en las células tumorales, así como el hecho de que la expresión de altos niveles de este gen se asocia con una peor supervivencia de pacientes de cáncer de pulmón y colangiocarcinoma”.
Los datos, aunque preliminares, sugieren que esa proteína de matriz extracelular podría constituir una posible diana terapéutica en estos tipos de tumores, para lo que habría que continuar con su estudio.
Proceso de aprendizaje:
Para Silvia, lo más costoso durante la fase de experimentación del TFG fue organizarse: “los experimentos requieren un tiempo determinado y hay que cuadrarlo de la mejor manera posible. En este sentido, los compañeros de laboratorio también me echaban una mano, por eso creo que la primera enseñanza ha sido comprender la importancia vital del trabajo en equipo y de la confianza entre compañeros”, subraya Silvia.
En segundo lugar, destaca la paciencia: “Me han enseñado que la paciencia es fundamental de cara al trabajo de laboratorio, ya que a veces no sabes si un experimento está yendo bien o no hasta que no ha pasado un tiempo. En mi caso, tuve que esperar cerca de un mes para saber si un experimento estaba yendo bien o no. Por suerte, el experimento funcionó y además obtuvimos buenos resultados”.
Por último, en la fase de redacción de la memoria y presentación oral reconoce que lo más duro fue el idioma: “Repasé la memoria varias veces con mi tutor, Silvestre Vicent, quien me ayudo muchísimo en todo el proyecto. Ensayé la presentación, me preparé posibles preguntas, incidí en los puntos clave del proyecto, y todo ello me ayudó a tener un visión más global”.
Finalmente, al recibir la nota del Trabajo Fin de Grado solo sintió un profundo agradecimiento, “hacia todas aquellas personas que me habían ayudado en los dos últimos años, entre las que destaca mi tutor”, termina la recién estrenada científica.